domingo, 22 de septiembre de 2013

Graduada

Quince meses de psicoterapia, para que ayer me dijeran: estas dada de alta.
No necesitaba que me lo dijera, ya lo sabia meses atrás. El trago amargo pasó. Se despejó el cielo y vi por fin las nubes de este cielo de otoño, mi estación favorita; este será diferente, con otra perspectiva, con otra conciencia. 
Con mucho agradecimiento, aseguro que fue lo mejor que me pudo haber pasado. Este proceso me ha hecho amarme de manera consciente. Yo lo único que puedo hacer, además de agradecerle a la vida la oportunidad de estar aqui, es recomendarle la psicoterapia alternativa y desear que le sea tan útil como a mi me ha sido.
Viva la vida!

Y a seguir viviendo.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Nunca he celebrado el grito. Me parece de lo mas falso gritar viva Mexico cuando no somos tan independientes como quisiéramos. Es en este tipo de fechas en que el grinch que vive en mi se manifiesta y empiezo a ofrecer una serie de razones por las cuales el famoso "grito" es una de las cincuenta mil cosas que no me importan en este mundo. La mercadotecnia hace bien su chamba, es fácil dejarse llevar. En una ocasion le hacian tanta publicidad a ir a "dar el grito" al palacio municipal, se pone muy bien, decian. Que era lo maximo. Entonces decidimos ir. Para llegar al lugar era un calvario. No habia donde estacionar el carro. Habia muchisima gente, no se si regalaban algo o que diablos. Pero despues de media hora de quejarnos de la situacion, corroboramos lo que siempre habiamos pensado: Al diablo con el grito.

No es fea, es horrible, la pobre. Espero que su fealdad física sea inversamente proporcional a su belleza interior.
Con cada nuevo descubrimiento la venda que tapaba mis ojos se hace cada vez mas delgada, y se cae, se cae.

Vaya lecciones disfrazadas de fracaso!
Vaya 2013!

martes, 10 de septiembre de 2013

Soy la mas feliz. Por que si. Por que eso de querer serlo es cierto. Ayer me di cuenta de lo afortunada que soy en éste momento de mi vida, si por momento consideramos todo el 2013, incluido el balde de agua fría de enero.

Gritaría de felicidad, pero ya es noche y las hembras de esta casa duermen. Todos los caminos me han llevado a ser la mas feliz. Así que cuando le digan a Usted eso de que cuando más oscuro esta es por que ya va a amanecer, que si Dios no te manda nada que no puedas soportar, que los putazos de la vida vienen precedidos de algo maravilloso: créalo. Todas esas frases sobadas, baratas y ridículas, son ciertas. Yo tampoco lo creía y  ahora soy la mas feliz.

pediquiur

Le extraño cada que me corto las uñas de los pies. Me acostumbro a cortarme él las uñas de los pies. Con sus manotas toscotas me hacia pediquiur cada que se lo pedía. El lo disfrutaba y yo disfrutaba no tener que hacerlo. Soy afortunada por que es lo único que extraño de mi papa, ahora que ya no esta en éste plano. O sea, ahora que ya esta muerto y solo vive en mi memoria. Ya son pasados los seis años que se fue. Y caigo en cuenta de que no lo extraño. Ya me acostumbré a no tenerle, pero también sucede que no dejamos pendientes. En varias ocasiones he comentado que me encantaría que viniera, nos hiciera de cenar, se quedara para la cena y la sobremesa, que era lo mejor: esas platicas que no nos llevaban sino a laberintos que nos hacían reír, carcajear, o mentar madres, según fuera el caso. Y una vez lavados los trastes, te vas.

Si me concedieran ese deseo, le pediría que nos hiciera chorizo de puerco bien frito, con totopos y frijoles refritos. Recuerdo que en ocasiones le decía: estoy a dieta, ni me hables para cenar. Entonces él  hacia lo mas sabroso y mantecoso y carbohidratoso que se le ocurriera y me gritaba: Tráeme mis cigarros. Bajaba yo a dejarle sus cigarros, pero el muy cabrón ya tenia puesto el plato en mi lugar de la mesa. Quién soy yo para despreciar semejante manjar? Así sucumbía a la tentación. Así le demostraba cariño a él  su madre y así nos lo demostraba a sus hijos.

Todo esto nada mas para contarles que hoy me corté las uñas de los pies.

martes, 3 de septiembre de 2013

Con asombro me doy cuenta de que ya es septiembre del dosmil trece. El tiempo no perdona.

Yo si.