sábado, 15 de abril de 2017

Calcetines

Tengo una fijación con los calcetines. Propios y ajenos. Necesito que estén limpios, que se vean limpios. Si la usuaria de semejante prenda convertida en fetiche soy yo, deben de ser cómodos, como un guante que tome entre sus manos mis pies y los bese a cada paso que dé.
Me parece que son una prenda que denota clase. Es la prenda que más habla del individuo: más que la bolsa o los lentes, que pueden ser carísimos. Es una de las cosas en la que más me fijo, cuando fijo mi mirada en alguien, no propiamente que me guste, sino que llame mi atención por alguna razón.

Me gustan los calcetines de L. A pesar de andar en fachas, los calcetines siempre los porta impecables. Y me cagan los calcetines de R. El tipo tira cuacha a la primer oportunidad, pero sus calcetines son equivalentes a que le apeste el hocico. Los calcetines de A. son remendados.

Aunque el mono se vista de zapatos y cinto Ferragamo, mono se queda.

jueves, 23 de marzo de 2017

Cumpleaños próximo

Las platicas van de electocardiogramas, mastogafías, colecistectomías, tumores benignos que se pueden volver  malignos, hasta botox, plasma rico en plaquetas y viajes al dermatólogo o al gastroenterologo. A pesar de ello, yo sigo agradeciendo el paso del tiempo y afirmando que es lo mejor que me pudo haber pasado.

Mis amigas ya se están divorciando o teniendo platicas de salud reproductiva con sus hijos. Yo voy entrando a la segunda adolescencia. Es la ventaja de no haber tenido hijos, mi continuo vagar por la vida. Lástima que a mi los veinteañeros no me gusten, la docencia se me da únicamente en el salón de clases o en el hospital, no en la cama.

Creo que el paso del tiempo me ha vuelto sabia. He aprendido también a mandar al diablo con mayor frecuencia, a tener la boca cerrada y constato que no entran moscas. Las señales son más claras, por eso las vidas felices en las redes sociales me dan una mezcla de lástima y pena sincera.

Cada que se acerca mi cumpleaños, como en esta ocasión, volteo atrás y afortunadamente, veo que tengo mucho que agradecer.

sábado, 7 de enero de 2017

Patrañeces

Hace muchos años fue que se descompuso esto. Y ahora otros pagamos el pato. No sirve de nada todo lo que hacen: la gasolina no la van a bajar.
Yo propongo que empecemos a estar atentos a lo que hacen o dejan de hacer los representantes del pueblo. Hay que trabajar para quitarles el fuero de forma tal que de verdad nos representen. Lo lamento por los que de verdad trabajan y están siendo afectados.
No les brincaba que alguien que no hubiera leído tres libros a la edad de 35 años tuviera capacidad para algo como dirigir un puto país? No mamen! Ahora si muy indignados.

Ridículos!

retrospectiva

Confieso que cuando veo la película Sex & the city viene a mi mente. Hace cuatro años lloraba, y lloraba mucho, cada que la veía recordando el parto que me trajo a ser y estar donde estoy ahora. Ahora que la veo no puedo estar más agradecida que mi final no fuera el de la película.  Cada que puedo lo agradezco.

La fortuna está conmigo.
Gracias.