Temo a las amenazas, vengan de quien sea. Por eso no contesté que muchas veces pregunté, y la respuesta siempre fué la misma: No sé. No sé.
Los muros levantados eran cada vez más altos y mas dificiles de traspasar. Siempre estuve dispuesta a hacer lo que fuera necesario para que salieras del bache, pero no quisiste compartir ni la mitad de tus problemas. ¿Cómo obligarte? Seguir remando sola es inútil.
Sé bien que no estás bien; el coraje que descargaste en tus mensajes te puede servir para estar cada vez mejor.
Ahora la cuestion es qué hacer con todo el amor que siento por ti.
Duele mucho. Y fuerte.
Seguramente nos espera algo mejor.
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