jueves, 9 de diciembre de 2010

Insisto: Lo único malo de vivir sola es que no hay quien le pase a una un papel para limpiarse la nariz, ni quien le haga a una un café con canela, ni quien le haga a una de cenar algo calientito cuando se siente una de la chingada. Ni ganas de leer tenía de lo mal que estaba. Solo me metí debajo de las cobijas y escuché la television, no puedo decir que la estuviera viendo. Y pensaba cosas. Podía pensar. Y recordaba cosas. Recordé a Dehesa y me pregunté si alguien más se pregunta si duerme bien Montiel, el gabioto, el gober precioso y ese tipo de garrapatas.
Y tambien pensé que si a mi me estuviera pasando lo que al Santoyo, yo si me doy un tiro. Bueno, mejor algo que haga menos cochinero: Un mazapan IV seguido de la infusion cargadita de fenta. Eso si es parar de sufrir.

4 comentarios:

Route 66 dijo...

¿Y que te aflije?

El Konsejero dijo...

Mando besito cibernético y un clinex.
Más vale sola que mal acompañada...
Que se mejore!

Alejandra dijo...

Gracias por el kleenex. Concido con el dicho de más vale sola.
Esto es una gripe muy encariñada conmigo que no se quiere ir. Y de paso no me deja salir al mundo!!!!!

Gracias.

Nydia Castillo dijo...

Algo tarde para mi comentario (es que ya casi son vacaciones), pero quien dice que el vivir acompañada quita la soledad.
Y menos cuando una está acostumbrada a tomar el papel por sí misma o a levantarse para preparar el café.
O sea... cuando no estamos acostumbradas a pedir las cosas.
En esos momentos solitarios, creemos que cuando vivimos en compañia de otra persona van a adivinar nuestros sentimientos y necesidades, pero no es así.
Casi tenemos que darle vuelta a nuestra cabeza 360 grados para que salga un murmullo que diga "podrías calentarme un poco de sopa campbell's... por favor".
Es el precio de la independencia.