viernes, 12 de septiembre de 2008

El higado

Nos llevaron a la cama 10. Me estrujaba, me dolían todos los lobulos, los cinco. Escuche decir que el mezcal era la bebida de los dioses. Pinches dioses. Ya me empezaban a salir bolitas, como espinillas a los pubertos. Nunca se ocupo de checarme, ni por aqui (dónde es aquí) le pasaba que algo me molestaba. Le entrabamos a todo con singular alegría: alcoholes, grasas, menos agua. "El agua es para las bestias", decía.
La pasabamos muy bien. No debo quejarme, pues las parrandas han sido fenomenales. Tengo la gran ventaja, y él también, de que sirvo aunque me mutilen. Pero creo que extrañaré esa parte de mi que se está pudriendo. Ya me lo imagino, con las conjuntivas amarillas. Dice el estomago que la comida esta de-la-fregada. Ni modo. Asi es aquí.
Ahi viene, a ver que nos dicen.

2 comentarios:

Lorena dijo...

Ale.
el blog del taller será:

taller-icbc.blogspot.com/

Lorena dijo...

Ale, tenía que dejarte un enlace sobre análisis literario pero no recuerdo el tema... refrescame la memoria, please.

Te dejé el link a Pedro Juan.