Hace frío en Tijuana.
Será directamente proporcional al calor que hizo este 2015, el cual fue insoportable. Yo soy fan del frio. Prefiero parecer cebolla. El frío no nos deja salir a correr, ni tomar los dos litros mínimos de agua, ni ir a la orilla de la playa y disfrutar el olor a mar. Se está complicando el entrenamiento.
El 2015 fue un año terrible para mucha gente. Para mi no, ha sido uno de los mejores de los cuarenta que llevo aquí. Y el próximo pinta bien también. Los retos ahora son mas complicados: la paciencia nunca me ha caracterizado.
martes, 29 de diciembre de 2015
Muerte detallada
Long time no writte. Falta de tiempo, no de interés. Aprovechando, pos a darle.
Pensó hasta el mínimo detalle. Que fuera un día frío, así no sería descubierto el cuerpo pronto. La hora del día, la ropa que traería puesta ella, el lado de la calle por la cual lo esperaría, la cantidad de clavos que le pondría al palo para que se ponchara la llanta derecha del carro. Era sicopata funcional: linda y tierna ante todos, pero en la intimidad de su mente, daba miedo a cualquiera.
Y si, sucedió. Salió de su casa, dio vuelta a la izquierda y en doscientos metros vuelta a la derecha. A la altura del templo estaría plantado el palo con clavos que poncharían la llanta derecha la cual lo haría bajar del auto aquella fría noche de jueves, en la que quedaría sobre el charco de su propia sangre que saldría de la vena antecubital derecha: sería perfectamente consciente de su muerte.
No todos llegarán al nuevo año.
Pensó hasta el mínimo detalle. Que fuera un día frío, así no sería descubierto el cuerpo pronto. La hora del día, la ropa que traería puesta ella, el lado de la calle por la cual lo esperaría, la cantidad de clavos que le pondría al palo para que se ponchara la llanta derecha del carro. Era sicopata funcional: linda y tierna ante todos, pero en la intimidad de su mente, daba miedo a cualquiera.
Y si, sucedió. Salió de su casa, dio vuelta a la izquierda y en doscientos metros vuelta a la derecha. A la altura del templo estaría plantado el palo con clavos que poncharían la llanta derecha la cual lo haría bajar del auto aquella fría noche de jueves, en la que quedaría sobre el charco de su propia sangre que saldría de la vena antecubital derecha: sería perfectamente consciente de su muerte.
No todos llegarán al nuevo año.
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